Quiero manifestar con absoluta rotundidad mi repulsa hacia cualquier tipo de violencia, como la que tristemente ha tenido lugar en la localidad murciana de Torre Pacheco. Estos actos son inaceptables y deben ser perseguidos con todo el peso de la ley.
Dicho esto, hago también un llamamiento a la cordura y al sentido común. No podemos, bajo ningún concepto, caer en la generalización ni fomentar el odio colectivo. La justicia debe actuar sobre los responsables directos del delito, y solo ellos deben asumir las consecuencias de sus actos. No es justo ni humano que paguen justos por pecadores.
No todos los ciudadanos de origen marroquí —ni de ninguna otra nacionalidad— deben cargar con la culpa de un delito que no han cometido. La convivencia, el respeto y la justicia deben ser siempre nuestras guías, incluso (y sobre todo) en los momentos más difíciles.
Un abrazo sincero a todas las personas que me leen. Sigamos construyendo una sociedad justa, firme frente al delito, pero también sensata y unida.
Juan García Santiago
Activista Gitano